martes, 16 de noviembre de 2010

¿PORQUE SON SAGRADAS LAS VACAS EN LA INDIA?

El Hinduismo promueve la adoración de los animales. La vaca es concebida como la madre de la humanidad por el nutriente que suministra: la leche. Una madre amamanta a su hijos sin esperar nada en compensación. De igual forma la vaca nos brinda su leche. Por este motivo la religión Hindú compara la muerte de una vaca con la de su propia madre. Sin embargo, más allá de ésta explicación histórica, la mayoría de las religiones promueven al amor a los seres vivos.
La protección de las vacas es uno de los ejes del hinduismo, la religión dominante en la India. Para el hinduismo, todo lo que proviene de una vaca es sagrado (su cuerpo contiene unos 330 millones de dioses y diosas)


A primera vista las vacas de la India parecen ser inútiles: casi no proporcionan leche, no suministran carne y les pueden quitar el alimento a otros animales que sí son comestibles, así como al propio hombre.
Los turistas se asombran de la libertad con que deambulan en las ciudades indias y de que los agricultores las consideren parte de su familia. Las vacas son adornadas con guirnaldas y borlas, se reza por ellas cuando se enferman y el nacimiento de un becerro reúne a los vecinos, los dueños y a un sacerdote en amena celebración.
Cuando un agricultor tiene una vaca, no solamente posee un animal sagrado, también es dueño de una factoría para producir bueyes. En un país como la India, en el que comprar un tractor no es práctica diaria, ésta es una buena razón para tener poco interés en vender sus vacas al matadero.
Si la principal función de la vaca cebú es criar animales de tracción, entonces no hay ninguna razón en compararla con animales lecheros especializados. Aunque poca, la leche de las vacas cebú cumple una función muy importante en la satisfacción de las necesidades nutritivas de muchas familias pobres.
Las razas cebú son extraordinariamente resistentes y pueden sobrevivir a largas sequías que periódicamente asolan muchas regiones de la India. Estos sagrados animales cumplen también con la función de la industria petroquímica, ya que su excremento se utiliza como fertilizante y gran parte del resto se emplea como combustible para cocinar.
El pueblo hindú es profundamente espiritual: cuenta con una de las religiones más antiguas del mundo, tiene registros religiosos en libros sagrados muchos años antes de J.C. El hinduismo acepta e incluye muchas formas de culto, así como cultos locales cuyas costumbres religiosas contemplan prácticas casi mágicas.
Sin embargo, la simple idea de que pueda haber una explicación práctica del amor hindú a las vacas resulta más desconcertante para los occidentales que para los hindúes. Y es este tipo de incomprensión cultural el que poco a poco se transforma en intolerancia.
No existen culturas mejores que otras: todas son diferentes y respetables. El problema casi siempre es la ignorancia y la poca disposición que tenemos para ponernos en el lugar del otro. Seguramente los hindúes también dudarían de la lógica de muchas de nuestras prácticas religiosas y sociales.


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